UN COMENTARIO APRESURADO
Para el Taller
de Narrativa. Nº 7. Loquepienso, loescriboaquí,
Lema: Las prisas.
Fui
a pedir cita al traumatólogo. La sala de espera rebosaba. Había cola para salir.
Hacía calor y dejé la puerta entreabierta. Me quedé próximo a ella para estar
fresquito y aligerar el tránsito. Tras unos minutos, un paciente resopló:
-“Se va a escapar el gato”.
Comprendí al
instante que lo decía por mí y me di por aludido.
-No he cerrado la puerta para tenerla expedita
y los ya visitados saldrán más deprisa-.
Eso es lo que alegué al imprevisible contertulio, pero no lo aprobó. Le dolía
la espalda y con el encañonado biruji más. Cerré sin dilación. - Solo vengo a
pedir cita y me voy- le dije, para su tranquilidad.- El calor seco va bien para
el dolor. Nosotros disponemos de una manta eléctrica que ha funcionado bien
hasta hace unos días. Su termostato está fabricado en Cataluña. Lo repararé-. Fue
mi expresión para salir del paso.
-
Yo también tengo una, de marca alemana- respondió amablemente.-Es del tamaño de
esta radiografía- y me la mostró. Su
mujer, que estaba sentada junto a él, argumentó sin demora:
- Cuando en casa se avería algún
aparato, mi marido lo compra nuevo sin pensárselo dos veces. Porque si cuesta
arreglarlo veinte euros y nuevo vale cuarenta, no merece correr riesgos y perder el tiempo.
Yo le dije que
sí lo merecía. Y secundé:
- En una ocasión, en Barcelona, se estropeó
el cierre de la puerta de la lavadora. Lo
sustituí fácilmente por otro y siguió funcionando bien durante varios años. Me
me costó barato: doscientas pesetas- dije con plena satisfacción.
- Fue por eso de la pela, ¿no? – me interpeló
él.
-¡Hombre, claro!- deslicé el dedo índice
sobre el pulgar, indicando dinero.
La enfermera me
llamó para concertar cita. Cuando ya me iba, esta le dijo a mi interlocutor que
el médico le esperaba. Pero antes de entrar a su consulta se volvió hacia mí, con un gesto imprevisible,
y me preguntó:
- ¿Nació usted en Cataluña?
Todos los
asistentes se volvieron hacia mí un poco extrañados.
- ¡No! ¿Se me nota? Soy de Badajoz.
- ¡Ah! Es que usted ha estado hablándome de Cataluña
y ya estaba harto.
He roto
radicalmente con ellos, no los trago.
- Bueno, hombre, tampoco es para tanto-
susurré.
-¡No quiero seguir la conversación! Por cierto, el champán de Badajoz está
buenísimo y es barato. A 1.80 euros la botella.
- Muy bueno, sí-. Le reconocí, alejándome.
Pensé que algo
desagradable le ocurrió en esa región y por eso manifestó sus sentimientos sin ningún
reparo.
-
Adiós.¡
Y que se mejore usted!- dije.
Acto seguido
salí, y esta vez dejé la puerta bien “tancada”.
Cristóbal Encinas Sánchez (Jaén, a 3 de diciembre de 2012)