Cristóbal Encinas Sánchez
Al compás de
las olas verdes,
de las olas
verdes del encanto
de tus etéreas ropas, refulgentes,
de la nube que
envuelve tu cuerpo,
crezco.
Al compás de
unos ojos negros,
de los ojos
negros de tu cara,
de tu pelo
negro por tu espalda,
de tus
labios rojos por tu boca,
sueño.
Al compás de
la sencillez tuya,
de la
sencillez tuya de siempre,
de tu
dulzura cercana con la gente,
de tu
corazón anhelante a ritmo inquieto,
vivo.
Y me
alimento
del compás
de tus días alegres
de los días
pasados en el pueblo,
de los ratos
sentados en tu puerta,
de tu vida y
de tus largos besos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario