Cristóbal
Encinas Sánchez
Mis deseos
confinados
lo están por
tus ojitos,
que los
tienes resguardados.
me encontré
esta mañana:
todo el día fue
un regalo.
Si me
esquivas con tus ojos,
los caminos
se retuercen
y nos perdemos nosotros.
No me mires
más, o mírame
sin pensar
por qué me miras;
mírame así u olvídame.
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