Cristóbal Encinas Sánchez
Solo un hilo
de silencio pasa inadvertido
por la malla
de un mar ansioso de cazarte,
cuando andas por el apacible surco de su playa.
Juntos caminamos pensando que nunca llegaremos al final.
Confiados estamos en que la penumbra no nos cogerá.
Y es al contrario, pasto somos de su total negrura.
Si estás
incólume, podrás nadar y arroparte entre las brumas.
Mas no es
ese tu destino.
Todo
desaparecerá de las miradas que te arrebatan,
de esos que
aún no sufren el paso cercenador de los años,
es cuestión
de tiempo.
Pero tú eres
joven todavía.
Si no estás
segura, no mires, no te ciegue otra luz;
pasa
inadvertida y en cuanto puedas prepárate
y lucha,
aprende de
la vida.
Enriquécete de
sal en la infinita raya del horizonte,
que todo
tiene espera,
porque todo
está recreándose para ti.
Disfruta
como una rebelde que sabe por qué lo es, y porque esa
es tu óptima partida.
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