http://ferliteraria.blogspot.com.es/

Translate

miércoles, 30 de marzo de 2016

TE PROPONGO UN TRATO

 (EL COMPROMISO)
Cristóbal Encinas Sánchez

Hola Silvia:   
                    Siempre he tratado de cumplir lo que prometo, salvo cuando estaba en la escuela y los niños jugaban a darme vueltas en mi silla y me mareaban;  entonces los amenazaba, pero mis amenazas eran de dulce e instantáneas. No me gusta crear  malos rollos o permanecer enfadado con una cara tan larga que te llegue al suelo, ni mis miradas son recelosas. Me gusta la afabilidad y la conversación como ahora mis palabras contigo.
Te escribo –tengo tantas cartas guardadas– a pesar de estar viéndonos desde hace años y nunca haber tenido la ocasión de conocernos, para proponerte, si me lo permites, un trato:  No dejes transcurrir un momento sin que aflore en tu cara la sonrisa. Yo haré lo mismo.  A cambio yo te ofreceré mi ayuda, si lo estimas oportuno; cuando tengas un problema que te agobie, o que no puedas solucionar, dímelo.
Si tu padre lo permite, puedo acompañarte hasta el trabajo y luego te esperaré a la salida. Ya sabes que todos los días te veo llegar y despedirte de tu hijo pequeño, al que besas con tanto amor que me recuerdas a mi madre. Esto me conforta y me da el primer aliciente del día.
No sé si te has dado cuenta de que mi parálisis no me impide el desarrollo normal de mi vida, desde mi silla. Tú me has visto algunas veces en el jardín,  plantando el césped y cuidando de él, porque estos quehaceres  me dan vida. En los días tardíos del otoño, preparo mis arreos y planto mis árboles preferidos, que siempre agarran bien. Tengo mucha suerte en ello, pero también  lo hago con tanto cariño; además,  esta casa es de mis padres y será algún día de mi propiedad.
Perdona mi atrevimiento de meterme en tu vida, pero no sé si te has dado cuenta de que quiero llegar a tener un compromiso contigo. Todo el día estoy pensando en ti. Así, mis días son más alegres, ocupados y fáciles. Las horas se me pasan más ligeras  cuando te veo pasar por mi puerta. Cuando traspones, me digo: "¡Qué hermosa es!". Me complace observarte, cómo andas, qué soltura manifiestas y qué donaire. Después, por la tarde, me aplico a la lectura, escribiendo algún poema de amor o recortando recetas de cocina.
Aunque estoy muy nervioso voy a decírtelo claramente: Me gustaría que me dijeras que no te disgusta que te acompañe. Nunca he visto a ningún hombre hacerlo, salvo a tu padre, en estos cuatro años. Me he preguntado mil veces si yo podría hacerlo.
No hace falta que me contestes de inmediato, solo quería decírtelo y hoy voy a dar el  paso definitivo.
Como he hecho hasta ahora, soñaré contento esperando tu contestación. De este intento de amistad contigo espero que salga una relación satisfactoria.
(Esta vez sí echaré esta carta al correo.) 
                     (LA FOTO ESTÁ SACADA DEL ÁLBUM DE JUAN QUESADA)


SI TE VIENES AL ALBA


Cristóbal Encinas Sánchez
                           (LA FOTO ES DEL ÁLBUM DE JUAN QUESADA ESPINOSA)

POR UN MIRAR DE TUS OJOS 
NO SÉ, MORENA,
DE ESOS TUS OJOS NEGROS
LOS MÁS BONITOS DE TODOS.

POR UN BESO DE TUS BOCA 

NO SÉ, MORENA, 
DE ESA TU BOCA DE AZÚCAR
DE TODAS LA MÁS SABROSA.

POR UNA SONRISA TUYA  
NO SÉ, MORENA, 
ME VUELVO EL MÁS LOCO DE TODOS. 


¿TE VIENES, NIÑA, CONMIGO

EN MI CABALLO A LOS CAMPOS
A COGER FRESAS Y TRIGO 
Y SUBIR POR LOS BARRANCOS?

TE TRAERÉ UNA ROSA
POR UNA MIRADA,
SIN NINGUNA ESPINA,
EN LA MADRUGADA.

TE TRAERÉ EL ROCÍO, MI AMOR,  
MI VIDA EN UN ARCA
CON TODOS LOS TESOROS DENTRO,
SI TE VIENES AL ALBA.



domingo, 27 de marzo de 2016

ROSCOS DE SARTÉN


Cristóbal Encinas Sánchez


INGREDIENTES

-6 huevos tamaño XL
-18 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra 
-18 cucharadas de azúcar (unos 100 gr)
-18 cucharadas de leche
-4 ralladuras de limón (que cada uno pese unos 130 gr. y con piel gruesa)
-6 sobres de refrescos el Tigre
-1700 gr de harina, aproximadamente
-50 gr. de anís (un vaso pequeño)
-1 sobre de levadura Royal
-50 gr de canela molida
-1/2 kg de azúcar

PREPARACIÓN

         En un barreño mediano, o lebrillo, se echan solo las claras de los huevos y se baten hasta montarlas. A continuación se echan las yemas y se vuelve a batir. Cuando ya se ha homogeneizado la mezcla, se le añaden todos los ingredientes, si bien de la canela se echa la mitad de lo que se ha referenciado, y de azúcar igual si así se desea. La harina, dosificándola en pequeñas cantidades, será lo último que se eche y se irá removiendo la mezcla con una cuchara de palo, en principio; pero a medida que se va espesando la masa se procederá a meter la harina con las propias manos. 
El punto de saturación de harina se estimará cuando apenas se pegue la masa en las manos. Siempre es mejor no hartar la mezcla de harina porque luego durarán menos tiempo los roscos tiernos.
Una vez homogeneizada la masa se dejará reposar  entre 15 y 30  minutos para que crezca.
En una sartén honda de unos 25 cm de diámetro se verterán unos 2 litros de aceite y se pondrá a calentar, sin quemarlo. Para ello se hará una prueba echando un trocito de pan. (Se ha de tener en cuenta que la altura del aceite será de unos 5 cm para que los roscos no toquen el fondo de la sartén y no se vayan a quemar). 
Ya listo el aceite, se irán echando los roscos de masa que se confeccionaran de la siguiente manera, para así llevar una idea más práctica en la tarea.

Se hacen cilindros de masa con las manos, de una longitud aproximada de  unos 10 cm (el ancho de la mano) y de unos 3 cm de diámetro, que tendrán un peso de unos 60 gr. Este cilindro de masa se extiende en la mesa con un vaso mediano, impregnado en una gotas de aceite para que no se pegue, e irá rodando y aplastando sobre ella, hasta conseguir una tira de unos 20 cm de longitud, con un ancho de unos 6 o 7 cm y de unos 3 o 4 mm de espesor. Para dar forma al rosco, se cogen los extremos de la tira y se pegan sobre los dedos de la mano solapándose unos 3 cm, formando un tubo. Por último, se pliega haciendo un doblez hacia fuera y sobre sí mismo el tubo  de masa obtenido. El diámetro del rosco así constituido será de unos 6 a 8 cm.

En la sartén sobre el aceite fuerte, pero sin humear, para que no se quemen, se irán depositando en tandas de 5 o 6 unidades. A continuación, se les dará movimientos circulares con la cuchara de palo por el interior del rosco para que se vayan consolidando y queden más presentables

La fritura durará de  4.30  a 5.30 minutos aproximadamente. Tras sacarlos, se les espolvoreará el azúcar mezclado con el resto de la canela que sobró, al gusto. 
Cuando se hayan enfriado estarán listos para ser servidos.

NOTA 1
Con un palillo higiénico se pincharán los roscos antes de sacarlos del aceite, para comprobar si está bien cocida la masa. 
NOTA 2
La dosis está sacada de una receta nuestra, la cual ponemos en práctica a menudo.

miércoles, 9 de marzo de 2016

PUES TE ESPERABA


Cristóbal Encinas Sánchez

Hay un huerto dulce y maquillado
producto de la ansiada primavera,
envuelto en un perfume que me embriaga,
al que asomaste tú por la vereda
cargada de flores, una en la cabeza, 
haciéndote acompañar  de seductores cantos
que a tu garganta afloraban persuasivos.
Yo, mientras, en la copa de un árbol 
observándote,
presumiendo de que no me vieras.
Tú, concentrada, con la Naturaleza conversando.
Entonces, osé hablarte y así, 
candorosa, respondiste:
"¡Ah, estás ahí!, pues te esperaba;
llevo días que sostengo tu mirada fresca, 
insinuante y atrevida, que me dice: 
¡Vámonos ya, amor, a la floresta!".



martes, 8 de marzo de 2016

CANALLA



Cristóbal Encinas Sánchez

Lastras, como siempre,
de tu locura enfebrecida
mi silueta ya arruinada.
Desierta soy de lozano sentimiento,
y de amor desposeída con tal saña.
Tú que me infectas con tus besos
y ese mirar apasionado;
yo que me dejo caer en el olvido
de todas las cosas,
de mi cuerpo,
de mis palabras,
teniéndote a mi lado.
Aunque siempre me adules o castigues,                                                                        
no me importa,
porque soy reliquia de molidos huesos,
por esos celos que en mi carne clavas
como un puñal avieso
que hundiéndose acaricia,
una vez y otra,
la recién herida suturada.
No añoro tu aliento perdurable
ni apartada estoy de tus deseos;
y sufrir, como mártir, me supone
comprobar tus equívocos.
Aunque me devuelvas el beso
de tus colmillos que me sangran,  
mi cuerpo lo soportará,
porque es ese tu deseo:
sufro como el animal triunfante,
que siempre ha de ser fiero.
Y me infectas con tu látigo
que te hace sentirme propiedad amenazada,
y a mí desprotegida, eviscerada;
porque para ti soy la conquista hecha
que todavía has de conquistar.

Y si no soy así -me dijiste-
ya no seré nada.
¡Pero tú, tampoco serás nada,
el día que yo no mantenga mi silencio,
cuando alguien pueda hacerse eco
y escuchar estas palabras!  

NOTA: CON EL DESEO DE QUE ESTO NUNCA SE REPITA.

jueves, 3 de marzo de 2016

LIRAS PARA UN HOMENAJE

Cristóbal Encinas Sánchez
 (Dedicado a D. Pedro Jiménez Cavallé, director del Orfeón Santo Reino CajaSur, con motivo de su jubilación)

Empeño y maestría,
sutil inteligencia en tu mirada;
la dulce melodía,
que al oído agrada,
de tu mano partió tras su llegada
al punto pretencioso
que hilvana a las ondas de hermosura:
un canto fervoroso,
henchido de frescura,
se expande en eufónica textura.

Y unidos, vas bordando
motetes de Victoria y de Guerrero,
himnos, que estás marcando
con cuidadoso esmero,
dan deleite sublime que venero.

Es el son polifónico
quien transmite el encanto que te induce
a un júbilo sinfónico,
que te eleva y conduce
la extensa actividad que te seduce.

¡Sea Euterpe tu Musa!
Que el bienestar merecido alcances
y música profusa inventes;
y que avances en la felicidad.
¡Que Dios te guarde!