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lunes, 12 de septiembre de 2022

LA AMISTAD

 


Cristóbal Encinas Sánchez

    La amistad es un tesoro y es una de las cosas imprescindibles en la vida. Si no sabes comprender lo que la amistad supuso un día, te habrás perdido una gran parte de tu vida, de tus aspiraciones más verdaderas y ufanas, que te ayudarán en el resto de ella a desarrollarte y encontrar situaciones seguras de progreso. Quién no ha dicho alguna vez: "Tengo un amigo desde mi infancia", desde hace treinta años, o de cincuenta. En un momento de orgullo y euforia, puedes contar alguna anécdota de situaciones vividas, cruciales, intensas y dignas de elogio. Está el dicho: "Los amigos son para siempre", y creo que es verdad, aunque se pase por vicisitudes, sinrazones, discusiones u olvidos. En la antigüedad, los amigos era muy considerados, más que la familia –no digo más que los padres–, pero lo eran tanto que los filósofos le daban toda la preeminencia a estas relaciones. Si los recuerdos de las acciones mutuas son gratas, y si siempre lo han sido, no hay ningún motivo, aunque este sea aparente, para romper la relación. Hay que ser necios y bobos para perder una amistad de muchos años y más las mantenidas desde la infancia, a no ser que sea un deseo inmotivado e irrazonable del otro, y además si está recubierto de una soberbia malnacida o de una envidia solapada.        

     En estos días ambiguos hay que retomar las relaciones dejadas y, sobre todo, si siempre las tienes presentes. Es mi sentimiento.

domingo, 11 de septiembre de 2022

TIEMPO DE ESPERA

 

Cristóbal Encinas Sánchez

    Yo vivo con mi familia. A veces, me detengo a pensar en cómo una familia sencilla y pobre podría vivir de una forma digna sin estrechuras, y echo cuentas. Entre el seguro médico, los arreglos de boca, los cristales de gafas por nueva graduación, las pomadas para la circulación de la sangre; otras, para evitar las quemaduras o reducir las arrugas de la piel, incrementadas por efecto de la pandemia; las averías domésticas, la subida de la luz y el carburante, sin contar lo que se gasta en comida..., no sé cómo podrá apañarse una familia con un sueldo de 700 €. Y todo esto sin hacer gastos en ropa, o en salidas fuera este verano. Si todo eso lo sumas, es imposible que el sueldo dé. Así la actividad social se olvida y aquellas vacaciones en ciernes, en Roma o en París, otra vez se quedan en el aire. Consecuentemente, es absurdo pensar en países tropicales de playas cristalinas, o estar a la sombra de unas palmeras en las islas Marquesas, paisajes idílicos como se ve en los reportajes. Ahora toca esperar a que la pandemia y la guerra terminen. De momento, el discurso del Presidente del Gobierno nos abre otras posibilidades: los sueldos y las pensiones se incrementarán con el IPC. Contamos con que el salario mínimo llegue a los 1080 €, porque ha dicho que ayudará a los más necesitados.

jueves, 8 de septiembre de 2022

LAS RAÍCES DEL PROBLEMA

 CRISTÓBAL ENCINAS SÁNCHEZ

        Con la pesadez de lo repetitivo no se consigue la eficacia. Si dicen los políticos que van a paliar los efectos de la crisis pero no van a lo fundamental para erradicar el problema –no se les planta cara en serio– seguiremos con la misma martingala. Con la misma táctica repetitiva, el capitalismo nos hace creer que es lícito, que es normal que obtengan gordos beneficios: el capitalismo siempre gana. Por ello, pienso que hay que ser revolucionario, y en esta idea hay que ponerse a reflexionar, a pensar con audacia y con máxima determinación, aunque ya no tengamos ni fuerzas ni ganas. Insisto en que los del capital siempre están bien organizados. Y si nosotros nunca lo estamos, aunque estemos escondidos, protegidos de los medios de comunicación, es igual, ellos nos tienen dentro de sus cabezas. La gente cada vez lo está pasando peor porque se han perdido muchos derechos. Antes, con la crisis, después, con la pandemia, la guerra y la inflación. El excesivo calor, los innumerables incendios y ahora la viruela del mono nos están acorralando en demasía. Que septiembre venga con refrescantes lluvias y, movidas por otros aires, nos cambien el panorama. Sobre todo aires que eliminen las otras nubes retrógradas de las cabezas y que estas empiecen a pensar de una forma empática y compasiva.

LAS PROPIAS TARAS

CRISTÓBAL ENCINAS SÁNCHEZ

        Cuando de niños nos enviaban nuestros mayores a comprar, nos advertían: "Dile al tendero que te despache bien". No sabíamos aún el alcance de tan sabias palabras pero nos abrían camino para conocer esta actividad comercial. La falta de experiencia podía inducir a una tendencia al engaño. Luego, al utilizar libretas para apuntar el gasto causado en la compra, era otro aspecto que había que vigilar. Nuestros padres solían hablar de que las matemáticas, las sumas y multiplicaciones que nos enseñaba nuestro maestro, las teníamos que manejar con soltura. Hasta dónde llegaba la fiel de la balanza, era otro detalle en el que había que reparar. Ahora con las nuevas balanzas electrónicas, digitales, estos problemas desaparecieron: el peso lo dan con una precisión de un gramo. Pero hay otro sutil aspecto: el peso del papel de envolver. Hay balanzas que ya están preparadas y destaran automáticamente y también se pueden poner a cero tras colocar el papel. El precio del producto influye notoriamente en el coste de lo comprado, en proporción, sobre todo si es una cantidad exigua y el papel utilizado es grande. Además siempre habrá pequeños deterioros en el producto para que puedan "meter la bacalá". Este es un asunto que se arrastra históricamente para cargarle al consumidor sus propias taras.