Cristóbal Encinas
Sánchez
Hace un
fuerte aire
complicado y
siniestro.
Nos metemos
en la cueva,
y sople el
viento;
la cabeza
tapada,
apenas lo
siento.
Esperamos a
que los demás hagan cosas
y ya de paso
no nos enfrentamos a nada.
Ahora, más
que nunca,
pasa lo más
grande,
y nadie se
mueve.
Es triste
pero no vemos los momentos graves,
los que están
pasando;
nos tapamos
la cabeza,
y sople el
viento.