http://ferliteraria.blogspot.com.es/

Translate

viernes, 20 de octubre de 2017

DESATENTO EN PLENILUNIO


Cristóbal Encinas Sánchez
       De cómo empezó a suministrarse aquella sustancia tóxica , no sabemos nada. Solo se puede especular con que era una noche del ardiente verano y no durmió, que digamos, en aquella luna iluminada y radiante.
Sus ojos cantaban y sus miradas iban dirigidas, principalmente, a una chica morena con el pelo largo. Tres coincidencias que podían hacer una noche inolvidable: una buena compañía colmada de sueños en una noche de fiesta que crearon el majestuoso escaparate de ser libres durante unas horas.

Como la noche se presentaba cargada de entusiasmo y él era muy dado a lisonjear el oído de las chicas guapas, intentó crearse un entorno agradable, sobornable, con buen rollo. Los requiebros afloraban a su boca con tanta elocuencia que las chicas le sonreían y bailaban con él. Aceptaban sus miradas desafiantes, atrevidas y, cómo no, lascivas que no le daban descanso ni un momento. Tuvo una sucesión de momentos extáticos, sublimes, dignos de un cuadro costumbrista.    
Eran las cinco de la mañana. Al lado de la tapia, frente a un roble próximo  –galardonado con un premio a una obra maestra de la Naturaleza y al mejor árbol adornado en las últimas  Navidades–, los festejantes vitorearon al anfitrión, que dispuso de lanzarse a la piscina desde una gruesa rama que la cruzaba por una esquina. Su cara reflejaba un esplendor que le hacía estar por encima de todo lo que allí ocurría.                                                                                                                     
A modo de despedida, el galán henchido de su fantástico triunfo en el universo, presa de un estado eufórico, saltó gozoso desde su improvisado altar. Con la dosis que se había administrado, se creyó tener alas y que era indemne a todo, sí a todo menos a la altura.

1 comentario: