Cristóbal Encinas Sánchez
¿Creará el gobierno un observatorio para vigilar y controlar los márgenes comerciales en la venta de los productos alimenticios? Eso sería una acción en contra de la subida del IPC y de la inflación, mejorando la vida de muchas personas que se ven impedidas al comprar la mayor parte de los alimentos necesarios para una nutrición equilibrada y saludable. Igualmente, será seguro que alguno que tiene un sueldo inimaginable dirá que eso es intervencionismo y que no puede ser ir contra la economía de las empresas. El Gobierno tiene la obligación de mirar por los ciudadanos pero mucho más por los que tienen un sueldo que no les dé para cubrir sus gastos elementales de vivienda, luz, vestido, alimentación y salud. La riqueza hay que redistribuirla; no se puede dejar que algunas empresas ganen tantos millones, y cada vez más –echemos la vista al año 2022– y permanecer impávidos. Alabo la buena idea de montar, cuanto antes, ese observatorio. Los alimentos tienen un precio, donde van incluidos todos los gastos necesarios para producirlos y un tanto por ciento tasado sobre ellos, que sería la plusvalía para la empresa. Intenten ser justos y que el Gobierno establezca un reglamento sobre las ganancias. Sé que no es nada fácil llegar al justiprecio pero sí a poner un tope a tantos beneficios.
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